Nueva Zelanda: El libre comercio como salida de la decadencia estatista
En la actualidad Nueva Zelanda es uno de los países con mejor calidad de vida, es el segundo país con más transparencia y/o menos corrupción del mundo, es uno de los países con mejor seguridad y es una de las economías más libres del planeta.
Auckland, capital de Nueva Zelanda |
Sin embargo, Nueva Zelanda no siempre fue un país próspero. De hecho, hasta el año 1984 en esta nación ubicada en el Pacífico Sur el modelo político y económico imperante fue el estatismo. Como típico modelo promotor del subdesarrollo y la decadencia, el estatismo que desgraciadamente atravesó Nueva Zelanda (como también sucedió en distintos momentos históricos de una gran cantidad de países) instauró un régimen de sustitución de importaciones, tuvo un monstruoso déficit fiscal cercano al 10% del PBI, una inflación altísima y un sector manufacturero ineficiente. Ante estas pésimas variables en el año 1984, el nuevo gobierno laborista de Nueva Zelanda dejó de lado sus políticas socialistas que seguirían contribuyendo al surgimiento de una crisis y comenzó a llevar adelante una serie de reformas para realizar una apertura de la economía.
El titular de la cartera de finanzas Roger Douglas ejecutó un plan de reformas pro-mercado, conocidas como "Rogernomics". Este paquete de reformas económicas contempló grandes recortes impositivos, recorte y/o quita de subsidios al sector agrícola, liberalización del tipo de cambio y eliminación de los controles de precios.
Por otro lado, Nueva Zelanda hasta la década del setenta mantuvo acuerdos preferenciales de sus exportaciones agrícolas con los países de Europa occidental, sobre todo con el Reino Unido. Sin embargo, tras el ingreso del Reino Unido en el Mercado Común los acuerdos preferenciales con Nueva Zelanda llegaron a su final. A raíz de este vacío generado tras la finalización de los acuerdos preferenciales con los países de Europa occidental, Nueva Zelanda comenzó una intensa y ardua búsqueda con el fin de hallar nuevos mercados para destinar sus exportaciones.
El comercio internacional constituye una de las bases del desarrollo de Nueva Zelanda. |
Al abrir su economía al mundo, Nueva Zelanda aplicó con éxito el Principio de la Ventaja Comparativa descubriendo los beneficios de la especialización en la producción y exportación de los bienes que produce a un costo bajo. Las principales exportaciones neozelandesas provienen del sector agrícola, en especial de la industria lechera y de otros productos lácteos.
La producción lechera es una de las industrias mas competitivas y con mejores rendimientos de Nueva Zelanda. |
Al abrirse al comercio internacional, al especializarse en el sector más competitivo de su economía y gestionar de una forma eficiente sus recursos estratégicos, Nueva Zelanda fijó y/o consolidó las bases para el crecimiento y la prosperidad sostenidos en el largo plazo.
Nueva Zelanda es un ejemplo muy representativo de como el libre comercio puede salvar a un país sumergido en un proceso decadente generado por la intervención del Estado en la economía.
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